Las bases imponibles
Las bases imponibles de los principales impuestos crecieron en 2018 un 6,1% (5,2% en 2017). En 2018 se prolongó la tendencia creciente que ha caracterizado la evolución de estas bases en los últimos cinco años. Con este crecimiento las bases superan el máximo que se había alcanzado en 2007. En el Gráfico 1.7 se muestran estas bases en comparación con la demanda interna nominal que, como se ha señalado, es uno de los agregados más próximos a la evolución de las bases. En 2018 el crecimiento de ambas variables se distanció a causa del diferente comportamiento de las bases ligadas a las rentas y las ligadas al gasto, sobre todo en el segundo semestre.
Las bases ligadas a las rentas crecieron un 6,3% en 2018, frente al 4,6% de 2017. El crecimiento fue más intenso en el segundo semestre de 2018, tras las subidas de salarios y pensiones públicas aprobadas con los Presupuestos y por la mejora de los beneficios de las sociedades. En cambio, desde la perspectiva del gasto, las bases mostraron un ritmo alto, pero ligeramente inferior al del año anterior (5,8% en 2018 y 6,1% en 2017), en línea con el perfil de la demanda interna.
En 2018 las rentas brutas de los hogares crecieron un 5,2%, más de un punto por encima del crecimiento registrado en 2017. En la evolución se distinguen con nitidez dos períodos: la primera mitad del año con incrementos del orden del 4,7% y la segunda con aumentos del 5,6%. La razón básica de este comportamiento tan distinto fue el aumento de salarios y pensiones públicas.
Efectivamente, los salarios y las pensiones, que habían mantenido un crecimiento estable en la primera parte de año, crecieron a un ritmo más elevado a partir de julio (Gráfico 1.10). La masa salarial repuntó en el cuarto trimestre cuando se concretó la subida salarial de los empleados públicos y se pagaron los atrasos. En el conjunto del año el aumento fue del 5,4%, un punto más que en 2017. En las pensiones, la primera mitad del año se saldó con un aumento en el entorno del 3%, mientras que en la segunda mitad el crecimiento se elevó hasta casi el 5%. En el acumulado del año la masa de pensiones pasó de crecer un 2,5% en 2017 a hacerlo un 4,4% en 2018.
En el resto de las rentas de los hogares, hay que destacar el comportamiento de las rentas de capital en dos sentidos. Por un lado, el conjunto de las rentas (mobiliario, arrendamientos y ganancias patrimoniales) creció un 5,6%, incremento inferior al de 2017 (Cuadro 2.1). La causa de este menor crecimiento fue la evolución de las ganancias patrimoniales que en 2017 aumentaron cerca del 30% y en 2018 solo un 2,7%. Por otro, en 2018 se produjo la recuperación de las rentas de capital mobiliario. Estas rentas habían estado disminuyendo casi sin interrupción desde comienzos de 2012, pero en los meses centrales de 2018 la tendencia se rompió (Gráfico 1.11). El motivo principal de la recuperación fue el aumento de los dividendos y de las rentas procedentes de títulos de deuda privada.
Se estima que la base imponible consolidada del Impuesto sobre Sociedades creció en 2018 un 12,8%, aumento prácticamente igual al que se prevé para los beneficios (12,9%). La previsión se hace en función de los pagos fraccionados declarados por parte de las Grandes Empresas y grupos fiscales que son los contribuyentes obligados a ingresar pagos a cuenta por los beneficios obtenidos a lo largo del año. Del análisis de estos pagos se concluye que la mejora que se observó en los mismos se concentró en unos pocos grupos consolidados, mientras que en el resto de empresas los beneficios se fueron moderando según avanzaba el año.
En lo que se refiere a las bases ligadas al gasto, en su conjunto mostraron un crecimiento elevado, pero ligeramente por debajo del experimentado en 2017. El gasto final sujeto a IVA cerró 2018 con un incremento del 5,6% frente al 6,4% del año anterior. Teniendo en cuenta la evolución de los precios, la desaceleración fue principalmente de carácter real (Gráfico 1.13). La pérdida de intensidad respecto a 2017 se produjo sobre todo en la segunda parte del año. Por componentes, fue el gasto en consumo de los hogares el que presionó a la baja al conjunto. En cambio, el gasto de las AA.PP. creció más que en 2017 y el aumento del gasto en vivienda nueva se mantuvo prácticamente igual que entonces.
Por último, el valor de los consumos sujetos a Impuestos Especiales creció un 6,8% en 2018, por encima del 4,7% de 2017 (Cuadros 1.3 y 5.1). A diferencia de lo sucedido en 2017 la mejora no se explica por el incremento de los precios energéticos (en media anual subieron aproximadamente lo mismo en 2017 y 2018; Gráfico 1.14), sino por la irregular evolución de los consumos físicos de alcohol y tabaco en 2017 y, en menor medida, por el mejor comportamiento en 2018 de los consumos de gasolinas, gasóleos y electricidad, aunque parte del mismo fuera consecuencia de factores no estrictamente económicos, como las temperaturas y algún atípico en el consumo de electricidad.