Los tipos efectivos
El tipo medio efectivo sobre la renta y el gasto en 2019 fue del 15,2%, porcentaje ligeramente superior al de 2018. Tras 2014, año en el que se alcanzó el máximo, el tipo medio disminuyó en 2015 y 2016 por la reforma de los impuestos directos y luego ha ido aumentando todos los años, pero de forma relativamente moderada.
La leve tendencia al alza es consecuencia del crecimiento continuado en el tipo medio efectivo que soportan las rentas brutas de los hogares. En 2019 se situó en el 12,8%, todavía sin alcanzar su máximo (13%), también en 2014. El crecimiento del tipo (0,7%) se produjo por el incremento de las rentas que no están sujetas a retención o pago a cuenta; de hecho, si no se incluye la declaración anual, el tipo disminuyó un 0,2%. Esta caída es consistente con el mayor crecimiento de las pensiones (con un tipo medio de retención bajo) y con la escasa subida del tipo efectivo de los salarios (0,1% en 2019 frente al 1,1% en 2018), a pesar de las subidas salariales. En este último caso el casi nulo crecimiento tuvo que ver con dos factores: por un lado, en la primera mitad del año todavía hubo impacto de la rebaja de las retenciones en los salarios más bajos (a través de la ampliación de la reducción por rendimientos del trabajo aprobada en los Presupuestos de 2018, medida que afectó particularmente a las pymes), y, por otro, el mayor crecimiento de esos salarios (ligado a la subida del salario mínimo) que tienen además retenciones nulas o muy pequeñas. Estos dos mismos elementos (rebaja y mayor aumento de las pensiones más bajas) sirven para explicar que el tipo efectivo de las pensiones creciera tan solo un 1,6% (1,5% en 2018) frente a las subidas en el entorno del 3% que se producían en años con revalorización de las pensiones próximas a cero y estabilidad normativa.
El tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades en 2019 se estima en un 20,6% si se calcula sobre la base imponible agregada y en el 9,2% si se hace sobre el resultado contable positivo. En ausencia de cambios normativos, como sucedió en 2019, las variaciones del tipo se deben exclusivamente a la composición (el efecto del distinto ritmo de beneficios y bases en empresas con tipo efectivo diferente). Este efecto es el que explica la tendencia suavemente decreciente que muestra el tipo efectivo sobre los beneficios desde 2012.
En el IVA la única modificación en los tipos que operó en 2019 fue la rebaja del tipo del general al reducido en los cines, en vigor desde julio de 2018, sin un efecto significativo en el conjunto del impuesto. Así, el tipo medio efectivo se situó en el entorno del 15,3%, que es la media desde 2016.
El tipo medio efectivo en los Impuestos Especiales (II.EE.) subió casi en el mismo porcentaje en el que disminuyó en 2018. Conviene advertir que, para completar el análisis agregado de bases, tipo e ingresos, es preciso calcular un valor para los consumos sujetos a estos impuestos, aunque en varias de las figuras la base son los consumos físicos y no el valor. De ahí las grandes oscilaciones en el tipo de un año a otro, provocadas, como se ha señalado al hablar de las bases, por las variaciones, a veces drásticas, de los precios energéticos. En este contexto, con los tipos calculados con toda la recaudación devengada sobre el valor de los consumos (no con la tarifa general sobre los consumos físicos como se hace, para hidrocarburos, en el apartado de impuestos especiales), lo más destacable en 2019 es el considerable incremento que se produce en el tipo del Impuesto sobre Hidrocarburos debido a la integración de la tarifa autonómica en la tarifa especial del impuesto. La medida fue aprobada en los Presupuestos de 2018, pero su entrada en vigor se retrasó hasta el 1 de enero de 2019. El principal efecto de esta medida fue un cambio en la forma de ingresar el impuesto (antes figuraba directamente en las cuentas de las CC.AA. y desde 2019 primero forma parte de las cuentas del Estado y luego se transfiere junto con el resto de la participación en los tributos; más detalles de este cambio se pueden encontrar en la Nota Informativa 5 del Informe Anual de 2018), pero, en el proceso de armonización de la tarifa en todas las CC.AA., la medida también supuso un aumento del tipo. Otros cambios, como las exenciones del gas natural, el gasóleo y el fuelóleo utilizados en la generación de energía eléctrica incorporadas por el RDL 15/2018 apenas tuvieron efectos en el tipo medio.