Los tipos efectivos
Se estima que el tipo medio efectivo sobre la renta y el gasto en 2022 fue del 15,3%, sin variación respecto al año anterior (Cuadro 1.3). La estimación es provisional hasta que se complete el año 2022 con las declaraciones anuales del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades, que se conocerán, en su mayor parte, entre junio y julio. Con la información disponible, el tipo medio se mantuvo estable, si bien con evoluciones muy dispares en rentas y gasto. El tipo medio asociado a las rentas se incrementó en un 4,3%, por el aumento del tipo en salarios y pensiones consecuencia del incremento de sus rentas medias, y, un año más, por la pérdida de peso en las rentas de los hogares de las prestaciones por desempleo con tipo cercano a cero. Por su parte, el tipo medio asociado al gasto disminuyó un 5,5%, por las rebajas del tipo de IVA sobre la electricidad y sobre el gas natural, la bajada del tipo (del 5,11% al 0,5%) en el Impuesto Especial sobre la Electricidad y por el fuerte incremento de los precios en Hidrocarburos y Electricidad que fue la principal causa del incremento en el valor de sus consumos.
En el IRPF el tipo efectivo subió un 4,6%, hasta el 14,1% (Cuadro 2.1). El aumento del tipo se debió al incremento de las rentas medias en salarios y pensiones, a su vez originado por las revisiones derivadas del proceso inflacionista iniciado a finales del año anterior y, en el caso de las pensiones, por la incorporación de nuevos pensionistas en el sistema con mayores pensiones medias. Además, continuó la pérdida de importancia de las prestaciones por desempleo, que tienen tipos medios casi nulos, lo que también empujó al alza el tipo efectivo total.
El tipo efectivo sobre la base imponible del Impuesto sobre Sociedades se mantuvo prácticamente estable (+0,2%; Cuadro 3.1), de manera que este tipo en 2022 fue igual al que ya se observó en 2017. En el caso del tipo sobre los beneficios, se prevé que suba un 3,5%. No obstante, en 2022 seguirá siendo inferior al que se registraba antes de 2018.
Se estima que el tipo efectivo del IVA se mantuvo prácticamente invariable (-0,3%, Cuadro 4.1), a pesar de los cambios normativos que tuvieron repercusión sobre el tipo: la rebaja del tipo del IVA en electricidad (del 21% al 10% hasta junio de 2022 y una nueva rebaja del 10% al 5% desde julio), la rebaja del tipo de IVA del 21 al 5% aplicable al gas natural, la madera y los pellets, el mantenimiento de la rebaja del tipo en mascarillas quirúrgicas y del tipo 0 en material sanitario esencial para combatir el COVID 19, vacunas y PCR y la subida de tipo en bebidas azucaradas y edulcoradas. El impacto conjunto de estas medidas sumaría 1.380 millones (Cuadro 1.5).
El tipo medio efectivo en los Impuestos Especiales, calculado como la proporción del impuesto devengado respecto al valor de los consumos, se redujo un 27,2%, cayendo a su nivel más bajo. Como se advierte en todos los informes, este tipo se incluye solo a efectos de completar el análisis de bases, tipos e ingresos, pero no es el tipo que se aplica (en varias figuras la base la conforman los consumos físicos y solo en dos -tabaco y electricidad- tiene importancia el valor). Además, en ausencia de modificaciones normativas, este tipo efectivo se mueve en sentido contrario al de los precios de los productos energéticos, que son los que determinan el valor de los consumos. En 2019 y 2020 esos precios disminuyeron, lo que llevó a un crecimiento del tipo, y en 2021 y 2022 aumentaron con intensidad y eso desembocó en el abultado descenso del mismo.