3.2. Recaudación tributaria líquida
La recaudación tributaria líquida resulta de minorar de la recaudación tributaria bruta las devoluciones efectivamente pagadas en el ejercicio y los ajustes con los territorios forales. Responde, asimismo, a un criterio de caja, distinto de otros conceptos como los derechos reconocidos o los impuestos a efectos de Contabilidad Nacional.
La recaudación en el año 2018 alcanzó los 208.685 millones de euros, cifra un 7,6 por ciento superior a la registrada en 2017. Sin el impacto de SII, el crecimiento habría sido del 5,5 por ciento.
Asimismo, en el Cuadro nº 13. Recaudación tributaria líquida totalNueva ventana y en el Gráfico nº 14. Evolución de la recaudación tributaria gestionada por la Agencia TributariaNueva ventana, se desarrolla esta información.
La evolución de las devoluciones realizadas explica las diferencias entre el crecimiento de los ingresos netos y los brutos analizados en el apartado anterior. En concreto, el resultado positivo de la declaración anual neta del IRPF en 2018, se debe no sólo al fuerte avance de los ingresos, sino también al inferior crecimiento de las devoluciones, siendo ésta la principal causa de que el incremento de la recaudación neta en esta figura supere en un punto el de los ingresos brutos. En el impuesto sobre Sociedades, el crecimiento de los ingresos se vio frenado por el aumento de las devoluciones, tanto las de la declaración anual de las campañas de 2016 y 2017, como las procedentes de liquidaciones. También en el Impuesto sobre la Renta de No Residentes las elevadas devoluciones de la declaración anual minoraron el crecimiento de los ingresos. El IVA (sin el impacto del SII) crece un 3,9 por ciento, un punto menos que los ingresos brutos, por el elevado volumen de devoluciones realizadas y por los ajustes con los territorios forales. Por último, en los impuestos especiales el crecimiento de los ingresos netos superó al de los brutos por las menores devoluciones realizadas a los territorios forales.
Los cambios normativos tuvieron un impacto positivo sobre la recaudación estimado en 3.746 millones. La mayor parte procede del efecto señalado del SII. Sin él, el impacto pasaría a ser negativo por valor de 435 millones y habría restado al crecimiento de los ingresos algo más de una décima.
El SII se introdujo en julio del año pasado y supuso un desplazamiento de ingresos de 2017 a 2018 valorado en 4.150 millones. La causa de este desplazamiento era el retraso en la fecha límite para la presentación de las autoliquidaciones, que pasó del día 20 del mes siguiente al de devengo al día 30, con lo que, a efectos contables, el ingreso se desplazó un mes. En principio, el impacto en 2018 debería haber sido esa misma cifra (4.150 millones), pero con signo positivo. Sin embargo, la cifra es inferior debido a los cambios en el comportamiento de los contribuyentes que se fueron produciendo a lo largo del año. Desde el comienzo del nuevo sistema, se observó que, a pesar del retraso en la fecha de ingreso, algunos contribuyentes continuaron presentando sus declaraciones el día 20. Los ingresos de esos contribuyentes no se desplazaron de 2017 a 2018. Ahora bien, el número de esos contribuyentes y el importe de sus ingresos fue disminuyendo a lo largo del año; es decir, cada vez hay una mayor parte del ingreso que se produce el día 30 del mes. Al comparar con el año anterior, eso significa que, en 2018, aunque se habían ingresado los 4.150 millones desplazados de 2017, a su vez hubo un nuevo desplazamiento (menor) a 2019 provocado por los contribuyentes que se fueron moviendo de la presentación el día 20 a la presentación el día 30. Esto es lo que explica que el impacto sea ligeramente inferior al registrado en 2017.
Sin incluir el SII, el impacto de las medidas restantes es negativo por valor de 435 millones. La mayor parte (-263 millones) corresponde a la modificación de la reducción por rendimientos del trabajo que afecta especialmente a las rentas bajas (sobre todo pensiones) y que entró en vigor junto con los Presupuestos de 2018. En dichos presupuestos también figuraban otros cambios normativos, con un impacto menor en 2018, como son: la rebaja del tipo de IVA en los cines (-16 millones, por los cuatro meses y un trimestre de aplicación), las nuevas deducciones familiares (-4 millones) y la elevación del mínimo exento en el gravamen de loterías (-5 millones). Otras medidas también empezaron a tener efecto en 2018. Entre ellas destaca la devolución del impuesto pagado por las prestaciones por maternidad y paternidad, rentas que fueron declaradas exentas en la sentencia 1462/2018 del Tribunal Supremo, con fecha de 3 de octubre de 2018. La devolución afecta a los ejercicios 2014, 2015, 2016 y 2017 y comenzó a pagarse (94 millones) en los últimos meses de 2018. Otras dos medidas también con entrada en vigor en 2018 fueron la subida del tipo en el Canon por el aprovechamiento de aguas continentales (7 millones), y la eliminación del Impuesto sobre Hidrocarburos para algunos productos utilizados en la generación de energía eléctrica (-5 millones) que se contempla, junto con otras modificaciones que tendrán repercusión en los ingresos de 2019, en el RDL 15/2018 de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores.
Las principales cifras se ofrecen en el Cuadro nº 15. Ajustes por impacto de cambios normativosNueva ventana.