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Memoria 2020

3.2.3. Evolución de ingresos por Impuestos Especiales

Los ingresos por Impuestos Especiales disminuyeron un 12,1 por ciento en 2020, registrándose pérdidas en todas las figuras.

El Impuesto sobre Hidrocarburos, que es el que más peso tiene en el conjunto de estos impuestos, cayó un -15,8 por ciento. La evolución a lo largo del año corrió paralela a la de la actividad y el consumo, con un fuerte descenso nada más decretarse el primer estado de alarma (los ingresos de esos meses fueron la mitad que un año antes) y recuperación posterior, aunque en el tramo final del año se volvió a apreciar un cierto parón por las limitaciones a la movilidad. Esto último se tradujo en mayores caídas de las gasolinas (más vinculadas al consumo de los hogares) que en el gasóleo de automoción (que tiene mayor relación con la actividad).

El Impuesto sobre la Electricidad, también tiene como determinantes la actividad y el consumo. Sufrió igualmente el shock inicial, aunque con menos intensidad que los hidrocarburos, y la caída se fue moderando con más lentitud por la bajada de los precios provocada por la situación económica. Al final del año, el descenso fue del 10,1 por ciento.

En el Impuesto sobre Labores del Tabaco se volvió a reducir la recaudación, como en los tres años anteriores. Lo diferencial en 2020 fue el tamaño de esa caída (-3,1 por ciento frente al -1,4 por ciento de media en 2018 y 2019). En 2020 al comportamiento habitualmente irregular que tienen estos ingresos se unió el efecto de algunas compras anticipadas ante el temor de desabastecimiento y la incertidumbre inicial sobre el año turístico.

Respecto al resto de las figuras, los ingresos ligados a los impuestos sobre el alcohol disminuyeron un 18,6 por ciento, consecuencia de la situación general y de los problemas de la hostelería y la restauración en particular. El descenso fue más pronunciado en el Impuesto sobre el Alcohol y las Bebidas Derivadas (-23,4 por ciento) que en el Impuesto sobre la Cerveza (-7,8 por ciento). Finalmente, la recaudación del Impuesto sobre el Carbón es casi marginal (41 millones, un 70,2 por ciento menos que en 2019) por la progresiva retirada del carbón del proceso de producción de energía eléctrica que ha tenido lugar en los últimos años.