3.1. Recaudación tributaria bruta
La recaudación tributaria bruta está constituida por los ingresos efectivos obtenidos en el ejercicio, procedentes tanto de las autoliquidaciones presentadas por los contribuyentes como de las liquidaciones practicadas por la Agencia Tributaria. Responde, por tanto, a un criterio de caja.
La recaudación bruta total gestionada por la Agencia Tributaria en 2016 alcanzó los 231.256 millones de euros, con un incremento respecto a 2015 de un 1,6 por ciento.
Se estima que las bases crecieron en torno al 4,3 por ciento, si bien hay que tener en cuenta que casi dos puntos se deben al impacto alcista que tienen sobre la base del Impuesto sobre Sociedades las medidas adoptadas en el RDL 3/2016. El peso del crecimiento recayó en las rentas de las familias (con un aumento estimado de alrededor del 2,9 por ciento) y en el gasto sujeto a IVA (que creció en el entorno del 3,7 por ciento). Todo ello se produjo en un contexto económico de crecimiento estable en las variables reales y de descenso de los precios en la mayor parte del año. Esto último afectó a los precios energéticos, provocando una significativa caída del valor de las bases ligadas a los Impuestos Especiales a pesar de que los consumos físicos mantuvieron un crecimiento estable.
Junto a la evolución de las bases, las medidas normativas también repercutieron en los ingresos de 2016. En conjunto las medidas restaron a los ingresos 2.264 millones de euros, destacando su concentración en algunas figuras y en algunos períodos del año. La reforma de la imposición directa que tuvo lugar en 2015 y 2016, supuso una disminución de ingresos de 6.489 millones, que hay que sumar a los casi 6.000 millones de 2015. El impacto se concentró en la primera parte del año dado que el año anterior parte de la reforma del IRPF de 2016 se adelantó a julio. Los pagos fraccionados del Impuesto sobre Sociedades se vieron afectados por el RDL 2/2016, con efectos a partir del segundo pago ingresado en octubre, que reintrodujo algunas de las medidas (pago mínimo, tipo incrementado) que habían estado vigentes en años anteriores y que habían sido retiradas a comienzos de 2016. Su impacto se estima en 2.967 millones que se ingresaron en el último trimestre, de manera que la evolución de los ingresos en esta figura fue muy negativa hasta septiembre y muy positiva en los últimos meses del año.
En cuanto al detalle de los ingresos, el crecimiento de cada una de las grandes figuras fue distinto dependiendo del impacto de los cambios normativos. Es el caso de los ingresos por IRPF con un pequeño crecimiento (0,6 por ciento) al estar afectado por la reforma del impuesto. En el Impuesto sobre Sociedades se registró un incremento de los ingresos de un 5,7 por ciento, algo más de 1.600 millones, la mayor parte aportada por los cambios normativos. En lo que se refiere a la imposición indirecta, el IVA creció un 1,8 por ciento destacando el fuerte crecimiento, por segundo año consecutivo, de las pymes. Por último, en los Impuestos Especiales el crecimiento fue del 1,3 por ciento, gracias a los avances en Hidrocarburos y Tabacos.
Cuadro nº 12. Recaudación tributaria bruta total (Anexo)