En las últimas semanas se han publicado dos estadísticas que explotan la información fiscal sobre la renta personal desde la dimensión municipal.

Se trata de la Estadística de los declarantes del IRPF por municipios y de la Estadística de los declarantes del IRPF por municipios de los mayores municipios por código postal, las dos correspondientes al ejercicio 2022. Ambas publicaciones son una versión detallada de la Estadística de los declarantes del IRPF, que solo tiene la desagregación por comunidad autónoma. Estas estadísticas aportan, además, información sobre otras rentas exentas que no están incluidas en la declaración anual del IRPF, así como el cálculo del número total de personas adultas declarantes del impuesto (una en las declaraciones individuales y conjuntas monoparentales, dos en las declaraciones conjuntas de casados).

La información contenida en ambas estadísticas facilita el análisis desde múltiples perspectivas: composición de la renta según el tamaño del municipio, evolución de la renta antes y después de impuestos, dispersión de la renta y de las cuotas del impuesto dentro de cada territorio (total, autonómico y municipal). Pero, sin duda, lo que más llama la atención siempre es la posición que ocupan los distintos municipios en el ranking, por más que esta posición sea bastante estable a lo largo del tiempo para la mayoría de ellos. La disponibilidad de estas estadísticas desde el ejercicio 2013 permite ver esa estabilidad tanto por arriba como por abajo. Los Gráficos 1 y 2 que se presentan a continuación ilustran este punto.

En los gráficos se muestra la posición que ocupaban los seis primeros y seis últimos municipios en 2022 a lo largo del tiempo. Como se ve, en ambos casos al menos cuatro de esos seis municipios se han mantenido en las mejores/peores posiciones en los últimos diez años.

Un resultado interesante que se obtiene cuando se analizan los datos desde el punto de vista de la evolución temporal es el cambio que se ha producido entre 2013 y 2022 en el peso que las distintas fuentes de renta tenían en los municipios que ocupaban los primeros seis lugares y los que se situaban al final de la clasificación en uno y otro año. El Gráfico 3 recoge esa evolución.

Destaca cómo han ido ganando espacio las rentas del capital y de la empresa en los municipios con más renta, frente a la mayor estabilidad de los municipios más desfavorecidos, en los que, por el contrario, se ha incrementado la contribución de las rentas del trabajo que, a estos efectos, incluyen también las pensiones y otras prestaciones exentas.

A pesar de la riqueza que tiene la información municipal, en los municipios más grandes esta dimensión es demasiado amplia, de ahí la necesidad y el interés de disponer de una mayor desagregación que se consigue en este caso a través de los códigos postales. Con esta mayor desagregación se puede ver, por ejemplo, dónde se encuentran los códigos postales con una renta bruta media superior a los 50.000 euros (la mayoría de ellos concentrados en algunas zonas de las provincias de Madrid y Barcelona), o se puede calcular la dispersión de la renta dentro de cada municipio como la diferencia entre la mayor y la menor renta bruta en los códigos postales de cada localidad. Esto último es lo que se hace en el Gráfico 4 en el que se ve que, lógicamente, la mayor dispersión se suele dar en municipios grandes, aunque esa no es toda la explicación (Fuenlabrada, la que figura con menor dispersión en el gráfico, tiene una población mayor que Alcobendas).