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Memoria 2023
Procesando...

3.2.3. Evolución de ingresos por Impuesto sobre el Valor Añadido

La recaudación por el IVA creció un 1,6%. En 2023 el impuesto estuvo afectado de forma significativa por las rebajas de tipos, el cambio en la normativa de aplazamientos y las incidencias en la gestión. Si se añaden los ingresos perdidos por estos motivos, el crecimiento asciende al 5,3%.

Se estima que el gasto final sujeto al impuesto creció un 7,1%. El crecimiento fue claramente menor que el registrado en 2022 afectado por el ciclo inflacionario que comenzó a mediados de 2021 y por el hecho de que en ese año todavía se estaba recuperando el gasto, en especial el turístico, con respecto a los niveles previos a la pandemia. Por componentes, todos ellos (gasto de los hogares, compra de vivienda nueva, consumos de las Administraciones Públicas) registraron tasas inferiores a las de 2022, aunque siempre en el entorno del 7,1%.

La diferencia entre el aumento del gasto y de los ingresos se explica principalmente, como se ha dicho, por el impacto negativo de las rebajas de tipos (que supusieron una pérdida de 2.452 millones), de la nueva regulación de los aplazamientos (que significó un diferimiento de ingresos de 285 millones) y otras incidencias recaudatorias (que restaron otros 360 millones). En el caso de la bajada de tipos (electricidad y gas, alimentación básica y productos de higiene femenina), se estima que, en conjunto, redujeron el tipo medio efectivo del impuesto en un 4,4%.

Incluso teniendo en cuenta todos estos impactos, se sigue produciendo una diferencia entre la evolución del gasto (7,1%) y de los ingresos corregidos (5,3%). Esta diferencia tiene que ver con la forma en la que las rebajas de tipos se trasladan a la recaudación de caja, con un efecto inmediato en los ingresos brutos y retardado en las devoluciones. Consecuencia de esto, los ingresos brutos permanecieron prácticamente estables con respecto al año 2022, con caídas en las declaraciones mensuales (básicamente, importaciones y Grandes Empresas), que son las que primero acusan el descenso de los tipos, y con un crecimiento en las declaraciones trimestrales (casi en su totalidad de pymes). Al mismo tiempo, las devoluciones realizadas disminuyeron un 3,8% que es una cifra que contrasta con la disminución de casi el 6% que experimentaron las solicitudes de devolución.