La evolución de los resultados empresariales en 2021 y 2022 según la información fiscal
Hace unos meses esta
La publicación del Observatorio de Márgenes Empresariales en agosto trajo como novedad la difusión de los primeros datos de la contabilidad de las sociedades del ejercicio 2022. Hay que recordar que las sociedades cuyo ejercicio fiscal coincide con el año natural tienen hasta el 25 de julio para presentar su declaración del Impuesto sobre Sociedades que incluye, entre la información necesaria para su cumplimentación, la cuenta de pérdidas y ganancias a partir de la cual se deduce el resultado bruto de explotación. Dado que el universo de empresas del Impuesto sobre Sociedades no se cierra hasta bien avanzado el año siguiente (por la existencia de distintos ejercicios fiscales), la información que proporciona el Observatorio a estas alturas sobre el año 2022 se ofrece en términos de población constante (el conjunto de empresas que declararon tanto en 2021 como en 2022). Históricamente la diferencia entre los resultados de esta población constante y los que se observan finalmente ha sido pequeña (como ilustra el siguiente gráfico), de forma que, aun sin tener toda la información del impuesto, la aproximación es suficientemente buena.
Con la información disponible del año 2022 se comprueba que prácticamente en todos los sectores el resultado bruto de explotación superó en 2022 el obtenido en 2019, incluso en aquellas actividades que todavía estaban en dificultades en 2021. El gráfico siguiente sintetiza estos resultados.
Esto en lo que se refiere a las sociedades, pero ¿qué sucedió en estos años en las empresas personales y profesionales? Recientemente se publicó la estadística de Rendimientos de actividades económicas que explota la información contenida en la declaración del IRPF relativa a la actividad de autónomos y profesionales. La publicación facilita un conocimiento detallado de estas empresas (distribución territorial, género y otras características personales, importancia de las rentas empresariales respecto al resto de sus rentas,…), pero además da la posibilidad de analizar la evolución a lo largo del tiempo de las variables más importantes. La principal conclusión de la edición del año 2021, que es la que ahora se ha publicado, es que, aunque el número de declarantes no se terminó de recuperar después de 2020, los rendimientos sí que lo hicieron claramente. Si estos resultados se analizan junto con los del Observatorio, se puede comprobar además (véase el gráfico a continuación ) la coherencia que muestran los resultados en una y otra fuente (en las actividades económicas el año 2022 está estimado con los datos provisionales del fichero de bases, tipos e impuestos devengados que acompaña al Informe Mensual de Recaudación Tributaria).
Por último, hace dos semanas se publicó la Estadística de PYMES societarias y no societarias que analiza de forma conjunta dos colectivos de empresas: las pymes no societarias que declaran en estimación directa normal y simplificada en el IRPF, y las empresas societarias de reducida dimensión que lo hacen en el Impuesto sobre Sociedades. Es, como se ve, un subconjunto de las empresas recogidas en las dos fuentes vistas anteriormente. La idea de esta estadística es analizar un colectivo lo más homogéneo posible (en actividades, en disponibilidad de información,…), de manera que se puedan detectar las diferencias entre unas y otras. Los resultados confirman los patrones que ya se apreciaban en las ediciones anteriores, al tiempo que, de nuevo, evidencian la mejora de los beneficios vivida desde 2020.